El Gobierno ha dejado de lado la idea de una dolarización de la economía y ha reconocido que se está moviendo hacia un esquema de competencia de monedas, que considera como la "fase final" de su programa económico, en línea con las conversaciones que sostiene en esa dirección con el FMI. La sustitución del peso por el dólar como moneda de circulación legal fue una de las promesas más fuertes de la campaña de Javier Milei, aunque con el tiempo comenzó a perder fuerza y, ahora, parece directamente descartada por el jefe de gabinete Nicolás Posse.
Posse expresó esta posición en el informe que presentará ante el Senado este miércoles, donde responderá por anticipado casi 1.300 preguntas de legisladores de la cámara alta. En este documento, se abordan varios temas relacionados con el Ministerio de Economía y el Banco Central como los principales impulsores del plan económico y financiero del gobierno libertario. Aunque se optó por no revelar algunos datos puntuales solicitados, como la proyección final de inflación para este año y la variación del PBI, Posse delineó los lineamientos generales de la visión económica del Poder Ejecutivo.
En respuesta a una pregunta del senador Pablo Daniel Blanco, de la UCR de Santa Cruz, sobre cómo prevé el Gobierno implementar una eventual "dolarización" teniendo en cuenta las restricciones constitucionales, el jefe de Gabinete reconoció que una medida de esa naturaleza "no está en la agenda económica, pero sí la libre competencia de monedas, vigente como fase final para el proceso iniciado en diciembre con el saneamiento de la hoja de balance del Banco Central".
En apariciones públicas y entrevistas de los últimos meses, tanto Milei como el ministro de Economía Luis Caputo continuaban hablando, aunque sin especificaciones, de la dolarización como una etapa ulterior del plan económico. Sin embargo, en el informe al Congreso, Posse terminó de apartar esa idea. La pregunta siguiente del senador Blanco también aborda qué características tendría una competencia de monedas. "¿Cuáles son las condiciones que el Gobierno considera necesarias para implementar esta política?", preguntó.
"El Ministerio de Economía informa que este régimen de 'competencia de monedas' requiere un marco macroeconómico disciplinado que incentive a la autoridad monetaria a mantener la estabilidad del valor del peso y evitar así la emisión monetaria y la inflación persistente que ha caracterizado a la economía argentina en los últimos veinte años", definió Posse.
"Las condiciones necesarias para implementar el régimen basado en la libre competencia de monedas son principalmente el superávit fiscal, la acumulación de reservas internacionales, la reducción de los pasivos remunerados del Banco Central a niveles sustentables y el saneamiento de su hoja de balance", añadió. Estas son las medidas que ha promovido el equipo económico desde el inicio del mandato del gobierno libertario. No se proporcionaron detalles sobre cómo funcionaría eventualmente ese esquema.
"Estas condiciones permitirán reducir la tasa de inflación y mantener la competitividad del tipo de cambio oficial, permitiendo avanzar con una liberalización paulatina y unificación del mercado de cambios", mencionó Posse. De esta manera, la competencia de monedas tendría una estrecha relación con el levantamiento del cepo cambiario. La idea de una flexibilidad en la política cambiaria y un nuevo sistema monetario también fue discutida con el Fondo Monetario Internacional y se detalló en el comunicado del equipo técnico el día anterior.
"La prioridad sigue siendo afianzar el proceso de desinflación y fortalecimiento de las reservas internacionales y el balance del Banco Central. En la transición hacia un nuevo régimen monetario (que implica la competencia de monedas), la política monetaria evolucionará para seguir anclando las expectativas de inflación, y la política cambiaria se volverá más flexible, al tiempo que se seguirán reduciendo las restricciones y controles cambiarios a medida que las condiciones lo permitan", mencionó el equipo.
En otro segmento del informe de Jefatura, la senadora de Unión por la Patria Juliana Di Tullio preguntó si el equipo económico tenía prevista una nueva devaluación más allá del crawling peg del 2% mensual que se estableció después de la devaluación del 13 de diciembre. "El Banco Central de la República Argentina continuará en su camino hacia un régimen de competencia de monedas", reiteró el Poder Ejecutivo.
"No se prevé un cambio en el ritmo de variación mensual del tipo de cambio oficial para lo que resta del año 2024", afirmó el Gobierno ante los senadores. Para ello, buscará calibrar "la tasa de interés de política en el marco del actual proceso de normalización de la política monetaria, procurando reducir sus pasivos remunerados, mejorar su hoja de balance y mantener su política cambiaria con las características actuales para favorecer el proceso de acumulación de reservas internacionales y reducir drásticamente la tasa de inflación. En este sentido, no se prevé un cambio en el ritmo de variación mensual del tipo de cambio oficial para lo que resta del año 2024", concluyó.
El riesgo de un atraso cambiario esuno de los elementos del programa económico de Milei y Caputo más discutidos por los economistas y el mercado. "El Ministerio de Economía, junto con el BCRA, continuará con la aplicación de todos los instrumentos de la política económica en materia fiscal, monetaria y cambiaria para alcanzar la estabilidad macroeconómica y la reducción drástica de la tasa de inflación mensual para lo que resta de 2024", mencionó el jefe de gabinete en una de las primeras preguntas del documento.
"El BCRA continuará calibrando la tasa de interés de referencia en el marco del actual proceso de normalización de la política monetaria, con especial atención a la variación pasada y futura del nivel general de precios, la estabilidad del mercado de cambios y continuará con el proceso de acumulación de reservas. La política macroeconómica con sesgo antiinflacionario que está llevando a cabo el PEN, conducirá hacia el mes de diciembre de 2024 a una tasa de inflación mensual sensiblemente inferior a los niveles del último año", concluyó sin hacer proyecciones.