El año 2024 cierra con un 40 por ciento más de operaciones en el sector inmobiliario que el año pasado, impulsado por el blanqueo y la reactivación de los créditos hipotecarios.
Esas dos medidas implementadas por el gobierno del presidente Javier Milei fueron fundamentales para dinamizar el mercado inmobiliario durante el tramo final del año.
En este contexto, las perspectivas para 2025 son aún más prometedoras, ya que se espera que el sector continúe su tendencia al alza.
Para el sector inmobiliario, particularmente, aspectos como la Ley de alquileres, la introducción de los créditos UBA y la reglamentación del blanqueo de capitales, han sentado las bases
para un año que cerrará con un notable incremento del 40% en el volumen de operaciones en comparación con 2023.
"El 2024 fue un período de transformación y recuperación. Entre las medidas de mayor impacto, el blanqueo de capitales se posicionó como un motor clave en el corto plazo, reactivando la
inversión en proyectos. Esta Ley incentivó operaciones con montos promedio cercanos a los 140.000 dólares y picos donde el 40% de las transacciones mensuales se realizaron bajo este esquema", consideró Rodrigo Saldaña, Gerente Comercial de Oslo Propiedades.
A la vez, sostuvo que "los créditos UBA comenzaron a dar frutos tras años de ausencia: el 15% de las operaciones actuales ya se realizan con este financiamiento".
"Si bien todavía falta una reglamentación robusta y la implementación de las hipotecas divisibles y los créditos para proyectos en pozo, el sector ha mostrado un dinamismo que no se
veía desde 2018", indicó.
En este contexto, el año dejó beneficios para todos los actores del sector, ya que los desarrolladores pudieron acceder a un mercado revitalizado, con mayor estabilidad cambiaria y un flujo constante de operaciones, y los inversores encontraron nuevas oportunidades de diversificar su portafolio gracias a las facilidades del blanqueo.
En tanto, los compradores, por su parte, lograron mejores condiciones de financiamiento y una mayor oferta.
Con un dólar estable y un aumento mensual en las operaciones, el sector recuperó el dinamismo perdido en años anteriores.
Además, con el incremento del 40% en el volumen de operaciones respecto al 2023, este año se posiciona como una bisagra clave hacia una nueva etapa de crecimiento.
Aunque la implementación de algunas herramientas, como la reglamentación completa de los créditos UVA, sigue siendo necesaria, el avance logrado es innegable.
"El 2024 puede calificarse como un año altamente positivo para el sector inmobiliario, alcanzando cifras no vistas desde 2018.
Las expectativas para 2025 son aún más optimistas. Si la economía continúa en su senda de recuperación, el mercado cuenta con las herramientas necesarias para consolidar un despegue definitivo. El fortalecimiento de la confianza, sumado a una mayor estabilidad económica, augura un panorama alentador en términos de inversión, generación de empleo y crecimiento del sector", agregó Saldaña.