Axel versus Cristina: los usos prácticos de una interna sin contenido

A pesar de que Unión por la Patria tiene varios debates de ideas abiertos, Cristina y Máximo Kirchner pulsean contra Axel Kicillof en una interna sin contenido cuyo desenlace toma el carácter de una utopía, en los términos descritos por Eduardo Galeano: camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre…

Buenos AiresREDACCIÓN 4LREDACCIÓN 4L
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A pesar de que Unión por la Patria tiene varios debates de ideas abiertos, Cristina y Máximo Kirchner pulsean contra Axel Kicillof en una interna sin contenido cuyo desenlace toma el carácter de una utopía, en los términos descritos por Eduardo Galeano: camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá.

El próximo capítulo de la saga se va a escribir en la Legislatura. La Cámpora insistirá para voltear el decreto con el que Kicillof convocó a elecciones desdoblada. Para el Gobierno es otro intento de golpe institucional. Quieren, ya se dijo, una elección concurrente para que los intendentes tiren del carro de Cristina. Omitiendo tal vez que se vota en urnas separadas, que los cargos no van pegados. Difícil de comprender.

Mientras tanto los debates de fondo quedan subsumidos. El peronismo tiene discusiones programáticas. El Frente Renovador de Sergio Massa, por ejemplo, cuestiona a Kicillof porque, dice, construye agenda para las minorías y se olvida de construir mayorías. Hay problemas estructurales que necesitan cirugía mayor. La seguridad, los menores en conflicto con la ley, el empleo público. Ese es un debate de ideas que se da puertas adentro de Unión por la Patria sin generar grietas ni rupturas. Tampoco avanza. 

Guillermo Moreno también mete una cuña ahí. Interpretó de una manera rara el discurso de Kicillof en el Teatro Argentino, es verdad, pero le saca el peronómetro y le dice “vos sos socialdemócrata, pro china y globalista: eso no es de peronista”. Independientemente de que tenga razón o no, hay una crítica que busca sustancia.

Incluso Juan Grabois planteó la necesidad de llenar con ideas al proyecto del peronismo. Ayer, durante su desembarco en La Plata, contó que envió “hace meses” un “Plan de Desarrollo Humano Integral” a todos los sectores de Unión por la Patria: “todavía no recibí una respuesta”, se quejó.

Los honores y la lucha
La interna con La Cámpora no se expresa en esos términos. Es una interna cuya única premisa o bandera o pretexto es “le hiciste doler el corazón a Cristina”.

Los que cuestionan en on al Gobernador son los intendentes y los legisladores. Los que tienen la suya asegurada. Hay otros que guardan un conveniente silencio. Un grupo de funcionarios que responden directamente a La Cámpora y que no van a soltar los cargos. No importa si Axel es pro China, si su agenda es de minorías o si le rompe el corazón a Cristina. Los cargos no se sueltan, nunca. 

Ahí están Florencia Saintout al frente del Instituto Cultural; Juan Martín Mena en el ministerio de Justicia; Nicolás Kreplak en el Ministerio de Salud, haciendo una gran tarea -a esto hay que decirlo-; Homero Giles en IOMA, Marina Moretti en el IPS, Santiago Révora en Asuntos Municipales.

“No tenemos previsto echarlos”, dicen en el Gobierno, masticando bronca. Si van a esperar que se vayan solos están perdidos. Se quedaron junto a Alberto Fernández hasta el último día. ¿Cuál es la explicación? Se sienten dueños del Gobierno. Están convencidos de que a Kicillof lo puso Cristina y que ganó por Cristina y que ellos son Cristina entonces son los legítimos herederos. A Kicillof, en privado, lo llaman “el ocupa”.

El único que salió es Leandro Lurati, subsecretario de Deportes, que se fue con un mensaje de amor hacia Cristina sin mencionar a Kicillof. A Lurati le dejaron conservar el honor de decir que renunció. Hay otras versiones del asunto.

El 22 de agosto de 1951, Eva Perón se bajó de la candidatura a Vicepresidenta de la Nación. En un discurso convenientemente olvidado por la dirigencia peronista, planteó: “Yo no renuncio a mi puesto de lucha, renuncio a los honores”. Queda acá abajo para refrescar la memoria:

Efectos prácticos de una interna sin contenido
La interna sin contenidos, traumática como es, tiene, sin embargo, alguna utilidad. Axel Kicillof logró acercamientos con sectores que no quieren pegarse a Javier Milei y que no acordarían con Cristina Kirchner. Guillermo Britos, de Chivilcoy, y Gilberto Alegre, de General Villegas, acompañaron el pedido para desdoblar la elección.

Alegre, peronista y socio fundador del Frente Renovador, rompió las cadenas y recaló en el peronismo federal. Desde ese espacio disputó en 2023 la interna de Cambiemos y logró recuperar el Gobierno municipal que tuvo bajo su mando durante décadas. En Villegas dicen que está dispuesto a acercarse a Kicillof en tanto y en cuanto no termine acordando con el Kirchnerismo.

También siguen la novela, con menos expectativa, algunos radicales. En el sector de Martín Lousteau reconocen que hubo conversaciones, pero se enfriaron ante la indefinición del Gobernador. Había alguna expectativa de que se retomaran una vez que termine la novela del desdoblamiento. La condición sigue siendo la misma: para acordar, Kicillof no puede asociarse a Cristina.

También aparecieron los amigos del campeón. De a poco empiezan a peregrinar por calle 6 espacios politicos cuyo único capital es tener un sello electoral para ofrecer. Por si hay ruptura. Es que, esta vez, el kirchnerismo tiene el monopolio del peronismo. Son dirigentes sin peso propio, socios minoritarios de los armados K en elecciones anteriores que ven una oportunidad de lograr más lugares en las listas.

Si no los toma como socios, al menos habrá complicado la posibilidad de que engrosen las filas de armados que antagonicen con él. Es, por el momento, lo que se puede contabilizar en la columna de ingresos de la interna más vacía de mundo.

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