El proceso de armado de las listas del PRO en Córdoba ha dejado a varios heridos, a pesar del consenso para que Mauricio Macri retome el liderazgo del partido a nivel nacional.
El sector alineado con Bullrich logró mantener sus posiciones de poder, destacándose la diputada Laura Rodríguez Machado, quien supervisó la situación desde la reunión de bloque en Diputados; y el presidente provincial, Oscar Agost Carreño, quien conservó su posición y evitó una interna local.
En contraste, el diputado Héctor Baldassi no pudo colocar a sus colaboradores en el nuevo esquema. A pesar de haber estado cercano a Macri en un principio, su relación se ha desgastado, y su presencia en las listas fue vetada, según fuentes internas.
Aunque se mencionan tensiones con Fernando de Andreis, exfuncionario y operador de Macri, y se reconoce que Baldassi expresó su rechazo hacia ciertas decisiones, la falta de gestos por parte del expresidente también influyó en la exclusión de Baldassi y su grupo.
Los delegados del partido quedaron distribuidos entre los seguidores de Rodríguez Machado, Agost Carreño, Soher El Sukaría y el G25, sin representación para Baldassi. Aunque se insinúa un respaldo de Larreta para esta decisión, hay sectores que buscan un armado transversal y de centro con el PJ y el radicalismo.
En medio de esta situación, surge la incertidumbre sobre el futuro del partido en Córdoba y la posible disputa entre distintos sectores por el control provincial. Mientras el bullrichismo cordobés respalda la continuidad de Agost Carreño, otros grupos muestran su descontento y buscan alianzas para cambiar el panorama político en la provincia.