A pesar de la masiva marcha universitaria, el Gobierno mantendrá su posición y no girará nuevos fondos. Con el último depósito realizado, el presupuesto total registrará una caída en términos reales del 72%. Fuentes universitarias advierten que con estos fondos no está garantizado el inicio del segundo cuatrimestre. El conflicto por la paritaria docente, que representa más del 80% del gasto de las universidades, continúa siendo un punto de tensión.
En Argentina, hay 65 centros universitarios públicos. De los 2,7 millones de estudiantes universitarios, el 80% estudia en instituciones de gestión estatal.
En lo que va del año, el Tesoro ha destinado a las universidades $497.636 millones, lo que representa un aumento del 144,3% interanual para el período de enero a marzo. Sin embargo, teniendo en cuenta la inflación, esto implica una caída en términos reales del 34,2%. Esta información proviene de un trabajo realizado por la Asociación de Presupuesto (ASAP), que tiene en cuenta tanto los gastos corrientes como los de capital.
El conflicto continúa con el presupuesto para el año 2024, que se mantiene igual al de 2023 debido a que, en el contexto electoral, nunca se votó en el Congreso una ley de presupuesto para este año. Por lo tanto, se prorrogó el presupuesto universitario del año pasado, pero con una inflación que en 2023 cerró en un 211%.
La semana pasada, previo a la convocatoria de la marcha, el Gobierno dispuso un aumento del 70% para los gastos de funcionamiento en marzo, y otro 70% a partir de mayo, elevando la asignación base de $5.927 millones a $14.403 millones.
Sin embargo, según un trabajo realizado por el investigador Javier Curcio, la actualización del 70% del presupuesto para los gastos de funcionamiento "constituye una proporción muy poco significativa" de los recursos necesarios para el funcionamiento. En 2023, representó solo el 5,5% del programa "Desarrollo de la Educación Superior", que es la fuente principal de financiamiento de las universidades. Aunque este incremento representa casi el 8% del crédito asignado para todo el año en curso, no es suficiente.
"Si se considera el programa de desarrollo universitario en su conjunto, y no se realizan ampliaciones adicionales, los recursos del sistema experimentarían una caída del 72,4% durante 2024", detalló Curcio. Esto se debe a que la actualización de las partidas de funcionamiento mencionadas solo alcanza al 5% del presupuesto de las universidades, mientras que el 95% restante se mantiene estancado en los niveles nominales de 2023.
"Esto imposibilita la continuidad en la prestación de los servicios", afirma el documento. Las autoridades de la UBA incluso no garantizan la continuación del segundo cuatrimestre. Según los datos del economista Javier Curcio, profesor de finanzas públicas de la UBA, se proyecta una inflación del 150% en 2024, según el último informe sobre perspectivas económicas mundiales del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Por otro lado, si se tiene en cuenta el peso de la partida "desarrollo de la educación superior" sobre el PBI, en 2024 se destinará un 0,22% del PBI a las universidades. En 2023, este porcentaje fue del 0,73%, y en los últimos 6 años, que incluyen los gobiernos de Alberto Fernández y Mauricio Macri, nunca había caído por debajo del 0,68% del PBI, según datos del economista Martín Rapetti, de la consultora Equilibra.
Otro frente que permanecerá abierto es el salarial, que representa el 83% de los gastos de las universidades. El salario de los docentes en marzo fue equivalente al de septiembre pasado, con un aumento del 16% de la paritaria de 2023. La propuesta salarial del Gobierno fue del 16% de aumento para febrero, 12% para marzo y 8% para abril, pero fue rechazada por los gremios por estar muy por debajo de la inflación del último semestre.