Una buena salsa de tomate es imprescindible para cocinar una infinidad de comidas, pero casi siempre ocurre lo mismo: queda ácida.
Para evitar que quede ácida te tenemos un truco infalible. Y no, no es la pizca de azúcar o el chorrito de leche que comúnmente se conoce. Acá te contamos cuál es.
¿Cómo evitar que la salsa quede ácida?
El tomate es una fruta que cuando aún no maduró tiene un sabor ácido, por lo que lo primero que se debe hacer para evitar que la salsa de tomate quede ácida es elegir tomates maduros.
Pero, si no conseguimos o aun así sigue quedando ese gusto ácido, podemos recurrir a un ingrediente de cocina. El bicarbonato de sodio, ya que este altera el pH de la salsa, lo que hace que pierda la acidez sin cambiar su sabor.
¿Cómo y cuánto se debe agregar? En la preparación solo se deberá añadir una pequeña pizca y revolver muy bien para que el bicarbonato actué en toda la preparación. Así de fácil podrás obtener una salsa exquisita para preparar pizzas y pastas.
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