La campaña integral de prevención para hacerle frente al dengue incluye acciones destinadas a detectar y controlar la proliferación del mosquito que transmite el virus y es parte del plan anual que se divide en cuatro etapas: de julio a septiembre; de octubre a diciembre; enero; y de febrero a junio. Es un trabajo en conjunto entre el Gobierno y los vecinos, destinado inicialmente a evitar que aparezcan los mosquitos.
“Hay que entender que el mosquito no está en las plazas como muchos creen, sino en las casas, el mosquito que transmite el dengue es un mosquito mascota que deja sus huevos allí, por eso es tan importante que no haya agua estancada o el descacharreo, también denunciar los criaderos", dijo Fernán Quirós. "La prevención de esta enfermedad tiene como principal pilar disminuir la masa de mosquitos. Hay muchos estudios que demuestran que la cantidad de criaderos activos que hay en una ciudad determinan la gravedad del brote", agregó.
La primera etapa está sucediendo ahora y consiste en llevar adelante los operativos para combatir y eliminar criaderos del mosquito; luego, entre octubre y diciembre, el refuerzo de los trabajos de descacharreo en las casas; en el verano, cuando el virus empieza a circular, es el momento de dar respuestas y de la asistencia sanitaria. Finalmente, entre febrero y junio, se implementa la red de atención en todo el sistema de salud pública.
En relación a la vacuna, la Ciudad acompaña las recomendaciones de la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn), en base a las cuales el Ministerio de Salud de la Nación, en coordinación con las provincias, definió los lineamientos nacionales de la campaña de vacunación. Han establecido una estrategia de vacunación focalizada y segmentada, priorizando las regiones de mayor tránsito viral y los grupos de edad que más han contraído la enfermedad.
“Creemos que una campaña nacional de vacunación requiere la coordinación y la definición del trabajo con el Gobierno Nacional. Hemos encarado la compra de 60.000 vacunas que nos van a permitir vacunar a los grupos prioritarios. Que haya vacunas este año, que no tuvimos el año pasado, no resuelve la enfermedad ni la posibilidad de un brote pero ayuda, acompaña, limita y nos permite combatir, pero es imprescindible el compromiso de cada uno de ustedes”, explicó Jorge Macri.
"Vamos a trabajar sobre las recomendaciones de la Comisión Nacional de Inmunizaciones, que es el mayor grupo de expertos que tiene nuestro país al respecto y que ha recomendado vacunar de una manera focalizada y segmentada, especialmente para los grupos de edad que más transmiten la enfermedad, empezando de 15 a 19 años para ir progresando a la medida que sea necesario", dijo Quirós.
El plan de vacunación se desarrollará de manera progresiva y en etapas, en consonancia con los lineamientos nacionales. En ese sentido, comenzará con los adolescentes de 15 a 19; luego avanzará paulatinamente con los jóvenes de 20 a 29 años y, finalmente, con los adultos de 30 a 39 años.
A partir del 18 de septiembre se comenzarán a otorgar los turnos mediante la página web del Ministerio de Salud GCABA.
En total, se dispondrán 12 vacunatorios, distribuidos en los distintos barrios de la Ciudad, incluyendo Hospitales, CeSACS, y postas extrahospitalarias.
En tanto, el Gobierno trabaja en el espacio público para evitar que el mosquito se reproduzca. El objetivo es preparar a la Ciudad. Y a la vez, por otro lado, es necesario que los vecinos hagan un trabajo en sus casas, que consiste en poner atención en el descacharreo, y también denunciar los posibles focos de reproducción del mosquito en el 147, a través de BOTI (11 5050-0147) o en el link “Denunciá criadero”.
Es necesario que todos se involucren para atacar este problema, porque el mosquito mayoritariamente vive en las casas. Es imprescindible que cada vecino se ocupe de que no haya agua estancada. Hay que sacar el agua, raspar con un cepillo de cerda dura o tirar agua hirviendo donde había agua estancada, en floreros o frascos con plantas.
Hoy se realizan charlas preventivas en todas las Comunas, incluso a cargo del ministro de Salud, Fernán Quirós. Y en unos días comenzará una campaña de difusión para impulsar estos mensajes.
En simultáneo se trabaja para ampliar la capacidad de respuesta del sistema de salud pública para cuando aparezcan los primeros casos. A las 18 unidades febriles de atención que funcionan en los 14 hospitales generales de agudos, los dos hospitales pediátricos, el Hospital Muñiz y el Ferrer, se suman 4 nuevos hospitales de día que podrán atender más de 3 mil consultas diarias en el verano, la etapa de mayor circulación del virus.
También está en marcha un nuevo estudio de Seroprevalencia que busca estimar cuántos vecinos han tenido la enfermedad. Lo llevan adelante equipos de enfermeros y encuestadores que visitan viviendas y hacen un test rápido a residentes para determinar la presencia de anticuerpos IgG. El mismo estudio que se realizó previo al último brote de dengue arrojó que la población de la Ciudad tiene valores serológicos que están muy por debajo de otras regiones con circulación intensiva.
A principios de año, la Ciudad se convirtió en el único distrito de la Argentina que tomó la decisión de testear a todos los vecinos que presentaron síntomas: se hicieron más de 65 mil testeos.