Tras la confirmación del Ministro de Infraestructura de la Provincia de Buenos Aires, Gabriel Katopodis, de que la administración de ese distrito reactivará más de 350 obras que quedaron paralizadas o abandonadas por el gobierno de Javier Milei, se mostró firme en su defensa de la obra pública como un pilar esencial para el desarrollo económico y la generación de empleo en la región.
En conversación con Noticias Argentinas, Katopodis destacó la diferencia de enfoque entre la gestión provincial y las políticas nacionales que han paralizado gran parte de los proyectos de infraestructura.
“Hay una decisión política muy clara del gobernador Kicillof de impulsar la obra pública como una palanca para mover la economía local y generar empleo”, afirmó Katopodis. Según el ministro, la obra pública no solo busca mejorar la infraestructura, sino también cumplir con “el compromiso de llegar a cada barrio de la provincia con mejores caminos, más obras de agua, escuelas y viviendas”.
Esta postura se contrasta con la estrategia del gobierno nacional, que ha cortado drásticamente la inversión en infraestructura desde su asunción en diciembre del año pasado.
“La caída del 40% en el sector de la construcción y la pérdida de casi 120.000 puestos de trabajo en apenas unos meses son los resultados de esas decisiones”, aseguró el ministro. Katopodis destacó que muchas obras, como hospitales, universidades y planes de vivienda, quedaron paralizadas, dejando un “mapa de elefantes blancos” en todo el país.
Un esfuerzo presupuestario clave
Hasta el 10 de diciembre de 2023 había 2308 obras en ejecución en todo el país, 1000 de ellas en la provincia de Buenos Aires.
Sin embargo, en 2024, solo hay 97 obras activas a nivel nacional y apenas 45 nuevas han comenzado en todo el año.
Asimismo el ministro subrayó en otras ocasiones que el presupuesto ejecutado para obras públicas a nivel nacional ha caído y mientras que en 2023 se ejecutó el 97% del presupuesto destinado a esta área, en 2024 solo se ha utilizado el 28% hasta septiembre.
Pese al difícil contexto económico, la provincia de Buenos Aires ha mantenido su compromiso con la infraestructura. Según Katopodis, en lo que va de la segunda gestión de Axel Kicillof, se están ejecutando “casi 1000 obras” en la provincia, con una inversión estimada en 700.000 millones de pesos.
“Nos estamos haciendo cargo de obras que la Nación dejó de financiar, especialmente en los centros de desarrollo infantil, las universidades y las obras de agua y saneamiento”, detalló.
Este esfuerzo, dijo, es esencial para mejorar la calidad de vida de los bonaerenses. “Cada obra que empezamos, ya sea de agua, caminos o vivienda, genera empleo local. Las empresas constructoras, los corralones y hasta las fábricas de maderas de la zona se ven beneficiadas”, explicó el ministro, subrayando que la construcción es “la madre de todas las industrias”.
“Este es un mundo que exige cada vez más competitividad, y eso está asociado a mejores caminos, rutas, puertos e infraestructura en general”, señaló. Citando ejemplos internacionales, el ministro mencionó que “potencias como China y Estados Unidos apuestan fuertemente a la obra pública porque saben que el crecimiento económico depende de la mejora continua de su infraestructura”.
Al ser consultado sobre el impacto que la paralización de la obra pública nacional ha tenido en los empresarios, Katopodis fue claro: “Las mismas empresas que trabajaban con la Nación hasta diciembre ahora están profundamente preocupadas. Sin proyectos, muchas han tenido que concursarse, y los trabajadores están perdiendo sus empleos”.
La situación en la provincia de Buenos Aires, si bien es diferente por la continuidad de los proyectos, no está exenta de dificultades. Katopodis resaltó que la provincia ha puesto en marcha un “gran esfuerzo presupuestario” para continuar con las obras y mantener la economía local en movimiento.
Sin embargo, advirtió que los incrementos en las tarifas de servicios públicos son una carga adicional para las familias y los sectores productivos. “Las boletas de luz y agua se han multiplicado por tres o cuatro, y los usuarios no ven mejoras en la calidad de los servicios”, agregó.
El ministro también expresó su preocupación por el impacto de las políticas económicas nacionales en el conurbano bonaerense, una de las zonas más afectadas por el aumento de la pobreza. “El conurbano es industrial y de servicios, y lo que vemos en la calle es que la plata no alcanza, que cada día la gente vive peor”, manifestó el ministro. Esta realidad, dijo, es una “expresión muy nítida” de los efectos de la crisis económica.
Finalmente, Katopodis se refirió a la situación política dentro del justicialismo y el rol que la provincia de Buenos Aires jugará en el futuro del país. “Axel Kicillof es un actor clave en la reconstrucción de una estrategia nacional de cara a 2025. La provincia será una trinchera para poner un límite a Milei y reconstruir una coalición social y política que frene la destrucción que estamos viendo”, concluyó.
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