“Me enojé y le clavé un cuchillo en la cara”
La brutal confesión del influencer español Daniel Sancho, que descuartizó a su amante
Actualidad.El juicio contra el cocinero e influencer español Daniel Sancho, acusado de asesinar premeditadamente y descuartizar al médico colombiano Edwin Arrieta, continúa en los tribunales de la paradisíaca isla tailandesa de Koh Samui, y se han dado a conocer nuevos detalles macabros del crimen a través de las declaraciones del presunto asesino.
Sancho, de 29 años e hijo del actor español Rodolfo Sancho, admitió ante la policía que mató a Edwin Arrieta el 2 de agosto durante una pelea en la que le golpeó tres veces la cabeza contra la pileta de la habitación del bungalow que compartían.
En un testimonio fechado el 16 de agosto, el joven relató que, aunque no apuñaló al doctor colombiano antes de su muerte, lo hizo de bronca cuando le costó descuartizar sus restos con un cuchillo que había comprado días antes en un supermercado.
“El cuchillo con el que corté el cadáver no estaba lo suficientemente afilado. Me enojé y se lo clavé en la cara”, afirmó Sancho, según un documento al que accedió el sitio 20 Minutos.
Durante este interrogatorio, Sancho también reconoció no recordar en cuántos trozos había desmembrado el cuerpo de Arrieta, pese a que en declaraciones posteriores al arresto, del 3 al 7 de agosto, hizo un dibujo especificando 17 cortes.
“No recuerdo cuántos trozos, quizás 17 o 20, empacados en unas 8 o 9 bolsas, pero no recuerdo qué parte contenía cada una”, señaló.
“En ese momento no podía controlarme. Tenía miedo, confusión, muchas emociones... no podía controlarme”, afirmó al ser preguntado sobre por qué ya no recordaba el proceso.
Según la Policía, Sancho tenía varios cortes en los dedos de la mano cuando acudió la noche del 3 de agosto a la comisaría para denunciar la desaparición de Arrieta.
Durante el juicio, los forenses se centraron en los daños del cráneo de Arrieta, una de las partes del cadáver que pudo ser recuperada.
Los peritos declararon que el cráneo del médico colombiano presentaba daños que “no eran naturales, sino fruto de una contusión o golpe ejercido con mucha violencia”. Las heridas, que incluían cuencas de ojos hundidas y nariz fracturada, ocurrieron antes de la muerte del cirujano, coincidiendo con la declaración de Sancho.
Tras descuartizar a Arrieta, Sancho compró un kayak en la playa y se dirigió mar adentro para tirar restos del médico al agua. Luego, puso más restos en una bolsa deportiva y salió en moto para dejarlos en varios contenedores de basura. Algunos restos, como la pelvis e intestinos, fueron encontrados por un trabajador en un vertedero al día siguiente.
La última parada fue la playa de Haad Rin, a más de 45 minutos en moto del lugar del crimen. Allí, alrededor de las 3:00 de la madrugada, Sancho lanzó al mar otra bolsa que contenía el pasaporte y la cartera de Arrieta. Después, volvió al hotel para descansar un rato y salió tres veces más a lo largo del día para tirar más restos al mar con su kayak.
Sancho fue a la popular fiesta de Luna Llena junto a dos chicas que había conocido en el hotel después de deshacerse de los restos del cuerpo.
La Policía tailandesa concluyó tras dos meses de trabajo su investigación sobre el caso, que involucró a unas 30 personas, entre agentes, investigadores, forenses y buzos, además de 20 testigos. El informe policial, entregado el 2 de octubre a la Fiscalía, concluyó que Sancho había asesinado de manera premeditada a Arrieta y presentó como prueba principal la compra de varios cuchillos y una sierra el día previo al supuesto crimen.
Bajo la ley tailandesa, un asesinato premeditado puede acarrear una condena a muerte. Sin embargo, la familia del médico colombiano ha dicho que no desea la pena capital.
“Queremos para él (...) cadena perpetua. Que lo dejen en Tailandia, para que tenga tiempo, todo el tiempo que Dios le dé de vida, para pensar en lo que hizo, que no solamente descuartizó a mi hermano, él descuartizó una familia”, dijo la hermana de Arrieta, Darling Arrieta, en un documental de HBO sobre el caso.