El Ministerio de Economía se propuso asegurar el éxito de la licitación de bonos y letras del Tesoro. Antes de que finalizara el evento, bajaron la tasa de política monetaria en 10 puntos, lo que incentivó a los inversores a adquirir Letras Capitalizables (LECAP) a un costo elevado, ya que pagaron precios más altos que los del mercado.
Esta estrategia oficial resultó exitosa, recaudando $2,7 billones en la licitación, lo que, sumado a los montos recaudados en las licitaciones anteriores del mes, totaliza $5,7 billones. Esta cifra supera en un 175% el monto de los vencimientos, lo que implica una fuerte absorción de pesos.
Sin embargo, en esta licitación en particular, por primera vez en la actual gestión, no se lograron cubrir totalmente los vencimientos. El economista Gabriel Caamaño explicó que el Tesoro no pudo capturar como financiamiento neto todo lo emitido en las últimas rondas por el BID. Además, es la primera vez que se registra un financiamiento neto negativo, aunque por poco, ya que el vencimiento de $2,78 billones no pudo ser cubierto en su totalidad con los $2,74 billones adjudicados (un rollover estimado del 98%).
La combinación de la reducción de tasas y la absorción de pesos para combatir la inflación es poco convencional, pero el Gobierno confía en que tendrá éxito para frenar la subida de precios.
Las LECAP ahora ofrecen rendimientos mensuales del 4,1% para aquellas que vencen en marzo y del 4,4% para las de noviembre. Entre las dos letras, se absorbió el 70% de los fondos adjudicados. La baja de tasas de los plazos fijos es evidente, por lo que no es sorprendente que los pequeños y medianos ahorristas prefirieran el dólar. Por eso, el "blue" aumentó $20 y cerró en $1.055.
El costo asumido por el Gobierno en la licitación se estima en $150 mil millones, debido a los precios elevados que se pagaron para la renovación de los bonos.
Según el Centro de Estudios Políticos, la baja de tasas busca no solo controlar la inflación, sino también desarmar los pasivos remunerados y reducir el déficit cuasi fiscal, que es el que genera el Banco Central.
La baja de tasas no pudo ocultar los problemas que llegaban desde Estados Unidos y que afectaron a los bonos soberanos. El crecimiento del PBI estadounidense fue del 1,5%, muy por debajo de las expectativas de los analistas, lo que significa una mayor inflación en el futuro. Los bonos del Tesoro estadounidense respondieron con un aumento de las tasas de rendimiento al 6,75%, el nivel más alto desde los primeros días de septiembre pasado. Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, advirtió que al menos hasta fin de año no se recortarán las tasas de interés, lo que afectó a todos los países emergentes.
Como resultado, el AL30D, el Bonar más representativo, perdió un 0,6%. El Global 2030, que tiene legislación de Nueva York y es el que más incide en la medición del riesgo país, cayó un 0,8%. De esta manera, el riesgo país subió 29 unidades (+2,4%) a 1.234 puntos básicos. Es la tercera rueda consecutiva de caída de los títulos soberanos, la inversión más apreciada por los inversores locales y los fondos del exterior.
El informe de Adcap Grupo Financiero señaló que “el mercado de bonos estuvo ofertado durante toda la rueda” y que las caídas de los principales bonos llegan a casi $3 por debajo de los máximos del lunes. Esto implica una baja del 5%. Aunque las caídas fueron menores que el aumento del 7,5% del riesgo país.
La consultora F2 de Andrés Reschini opinó que “dada la rápida desinflación en alimentos y la importante caída esperada en la inflación base, el Banco Central volvió a recortar la tasa de Política Monetaria, del 70% al 60% anual, lo que equivale a una tasa efectiva del 82,1%. De esta manera, el Central asegura que la licuadora no pierda eficacia y, además, lo hace en el momento justo, antes de la licitación del Tesoro. El recorte de tasas afectó a los futuros, que cayeron hasta un 2,9% para febrero próximo. Tanto la desinflación como el recorte de tasas ejercieron presión a la baja sobre la curva de futuros”.
Los dólares financieros reaccionaron al alza hacia el final de la rueda, cuando aparecieron órdenes de compra de inversores que querían salir del carry trade (vender dólares e invertir los pesos para luego obtener ganancias en moneda local y volver al dólar). Hubo una prisa por deshacer el carry, y el MEP aumentó $18,75 (+1,8%) a $1.034,06. El contado con liquidación (CCL) subió $26,9 (+2,6%) a $1.080,88.
En el Mercado Libre de Cambios (MLC) se negociaron USD 404 millones, de los cuales los importadores se llevaron 349 millones y el Central compró apenas 57 millones, lo que le permitió aumentar las reservas en USD 78 millones a 30.095 millones.
Entre los bonos que ajustan por CER, las subidas fueron significativas para los plazos más cortos, que superan las tasas. El T2X4 aumentó un 1,84%. Los bonos a tasa fija, como las LECAP, fueron los más favorecidos y subieron entre un 2% y un 4%.
Según Nicolás Cappella, trader de Invertir en Bolsa, “entendemos que el mercado está empezando a alejarse de la curva CER, ya que presenta dos riesgos: a) la rápida desinflación, que hace que se ponga en duda qué carry se podrá devengar en el futuro; b) el alto nivel de paridades que se mantiene por el cepo y no se sabe hasta cuándo se podrá sostener. Entendemos
que el punto b) está ganando cada vez más peso entre los inversores, a medida que las tasas y el carry siguen bajando. Estaremos atentos a cómo opera la curva CER, ya que nos deja varias incógnitas”.
Los bonos Bopreal Serie 3, que se utilizan para pagar la deuda con los importadores, tuvieron una licitación que muestra que perdieron su fuerza inicial. En la licitación de ayer se colocaron USD 113 millones. Tras este magro resultado, el Central anunció que evalúa que en las próximas licitaciones participen empresas que tengan que girar dividendos o distribuir utilidades en el exterior. Este anzuelo podría ser efectivo en la próxima licitación del 6 de mayo.
Por su parte, la Bolsa tuvo una buena jornada con un notable aumento de los negocios. El Merval de las acciones líderes aumentó un 3,5% en pesos y un 2,6% en dólares. Los papeles más favorecidos fueron los del Banco Supervielle, que aumentaron un 7,10% debido a rumores sobre una posible compra por parte del Banco Macro.
Los ADRs (certificados de tenencia de acciones argentinas que cotizan en las Bolsas de Nueva York) tuvieron una jornada positiva con leves alzas generalizadas.
Para hoy se espera cautela en el mercado, que espera al lunes por el tratamiento de la Ley de Bases que el Congreso tratará, así como por el ya mencionado costo de la licitación. Los Bopreal tampoco ayudaron a la confianza de los inversores, que notan que cada vez se necesitan más incentivos para atraerlos.