“Una desilusión bárbara me llevo, pensé que íbamos a tener dictamen hoy”. El senador libertario Francisco Paoltroni (Formosa) tomó el micrófono al finalizar la reunión de la comisión de Presupuesto sobre el paquete fiscal del oficialismo y su honestidad brutal reveló el sinsabor con el que Javier Milei cerró la jornada de ayer: quedó impotente de apurar su ley Bases y las normas económicas en la Cámara alta y la agenda pública la dominó el paro general de la CGT.
El saldo negativo del Gobierno se selló porque acordó con las terminales incorrectas su jugada política de este jueves. Pese a que logró mantener abierto el Congreso más allá de la huelga sindical –un favor del gremio de los empleados legislativos que conduce Norberto Di Próspero–, no pudo convencer a sus aliados para que, aunque sea, firmen en disidencia los despachos de comisión. Ahora la eventual votación de las leyes se demoraría por lo menos dos semanas. Y si efectivamente hay cambios, como se prevé, los proyectos tendrán que volver a Diputados para ser ratificados. Todo sería ya después del pomposo Pacto de Mayo mileísta.
El ruido en el plan oficial no lo generó el paro general en las calles ni la ausencia de los senadores de Unión por la Patria en el Palacio (adhirieron a la huelga). Los cañones del oficialismo apuntan al tándem Guadalupe Tagliaferri, del PRO, y Martín Lousteau, de la UCR, referentes de dos espacios que se consideran “dialoguistas” con La Libertad Avanza.
Ambos senadores fueron muy críticos de las iniciativas libertarias en las tres jornadas de debate de esta semana. Los alcances del RIGI, el blanqueo de capitales y el fin de la moratoria previsional son sus puntos más cuestionados. Acorralaron en muy duros términos a los funcionarios que pasearon por el Senado, desde el ministro del Interior, Guillermo Francos, que estuvo el martes, al secretario de Hacienda, Carlos Guberman, que fue el miércoles y repitió ayer. “Se tomarán sus puntos”, fue la salida elegante que encontraron los funcionarios ante el micrófono.
Fuera de cámara hubo rosca política infructuosa. Ayer hasta último momento desde el despacho de Victoria Villarruel se movieron hilos para juntar firmas y lograr despacho de comisión. “No estaban las voluntades”, reconocieron a elDiarioAR en el círculo de la vice. Ante la pregunta puntual por Tagliaferri y Lousteau, la respuesta fue el silencio.
Ambos senadores ostentan cierto poder de fuego: integran la comisión de Presupuesto donde se discute el paquete fiscal, pero también están en el plenario que trata la ley Bases. La amarilla en Asuntos Constitucionales; el radical, en Legislación General. Convencerlos vale doble.
El oficialismo necesita sí o sí acordar con el PRO, la UCR y el resto de los peronistas no-K repartidos en bloques minoritarios. LLA apenas tiene tres de 53 miembros de las comisiones que girarán los proyectos para su votación. Y en el recinto el oficialismo tiene 7 de 72 bancas. En el hemiciclo UxP suma 33 votos, apenas cuatro por debajo del quórum. La bancada de los amarillos es de 6 senadores y de los radicales, 13. El resto son fuerzas provinciales que el oficialismo tiene que abroquelar a su favor. Una alarma es que hasta el salteño Juan Carlos Romero, de Cambio Federal, que suele jugar como oficialista, también se quejó por el blanqueo.
Si no hay cambios a la ley Bases y el paquete fiscal, ¿eventualmente Tagliaferri y Lousteau rechazarían los capítulos que cuestionan, en línea con el kirchnerismo? La incógnita se extenderá hasta el momento preciso de la votación. Pero ya hay operaciones alrededor. “El senador Lousteau está actuando con nivel de representación del Frente de Todos que asusta. Cada uno se hará cargo de su propia conducta o inconducta”, le puso palabras a la crisis abierta en la oposición dialoguista Luis Juez. Sus dichos tienen importancia porque es jefe del bloque del PRO; sin embargo, evitó mencionar explícitamente a Tagliaferri: “Presuponíamos que hoy podíamos firmar dictamen. Muchos de los que plantean reparos que no son del Frente de Todos con sus bloques de diputados han tenido discusiones con un nivel de intensidad absoluta. No podrían desconocer una coma del texto. Se ve que no alcanzó. Son chicanas”, espetó Juez en diálogo ayer con TN.
Una fuente con influencia orgánica en el PRO y en el devenir del Congreso comentó a elDiarioAR sobre la jugada de la senadora por CABA: “Guadalupe Tagliaferri no representa el comportamiento y el compromiso partidario que tuvo el PRO en estos primeros meses de gobierno de Milei. La decisión del partido fue acompañar al oficialismo en la Ley Bases y en el paquete fiscal, porque entendemos que son las primeras herramientas que el Gobierno pidió para poner en marcha su plan”. Un vocero lo tradujo al llano: “Se cortó sola. Es larretista. Está al ladito del traidor de Lousteau”. Para nada la comparan con el rol que tuvo Silvia Lospennato, otra amarilla larretista, en la arquitectura de la votación a favor en Diputados.
Tagliaferri y Lousteau “trabajan juntos desde hace cuatro años y tienen muchas coincidencias”, justificaron en la UCR, donde le restaron importancia a las críticas: “Juez, Santilli, Vidal, Ritondo se convirtieron en los nuevos trolls de Milei”. Cerca del economista ponderaron que él mismo fue quien pidió que la ex ministra de Desarrollo Social porteña sea su compañera de lista de JxC para representar a la Capital Federal en la Cámara alta en 2019. Entonces Mauricio Macri quería a otra candidata por una simple razón: su referencia con Horacio Rodríguez Larreta, que también tiene un vínculo político con Lousteau.
“Guadalupe es muy coherente con lo que propone. Ella siempre fue muy firme en defender el diálogo político”, recogió este medio en el despacho de la senadora. Ayer Tagliaferri fue a la carga contra el blanqueo del Gobierno: “No termino de entender cuál es el objetivo, cuál es la garantía de trazabilidad, cuál es el país que quieren construir ustedes donde están permitiendo que testaferros blanqueen”, acusó a Guberman. Dos días antes le había planteado a Francos sobre el RIGI: “A mí no me queda claro que sea un plan de grandes inversiones que va a favorecer al conjunto del país. No está planteado en la ley los sectores que ustedes quieren explotar y fortalecer. El RIGI va a ser beneficioso en algunas provincias, pero el costo lo van a acompañar todas las provincias por 30 o 40 años”.
La oposición férrea de Tagliaferri y Lousteau obligó al oficialismo a recalcular la agenda parlamentaria prevista. Ayer, sin chances de juntar firmas para el dictamen, sólo hubo por la mañana comisión de Presupuesto sobre el paquete fiscal. La reunión del plenario por la ley Bases que iba a ser a la tarde se pateó finalmente para el lunes. Otra concesión que tuvieron que hacer los libertarios es que se puedan invitar a expositores externos a opinar sobre las leyes. El kirchnerismo cursó una lista de 36 expositores, donde destacan los representantes de la CGT y las dos CTA, pero también de personalidades como Estela de Carlotto (de Abuelas de Plaza de Mayo) o el constitucionalista Andrés Gil Domínguez. Subidos a cierta ola opositora, ahora también Tagliaferri y Lousteau planean sumar sus propios invitados.