El Gobierno presentó resultados fiscales y financieros positivos en abril, cerrando el primer cuatrimestre con un superávit primario del 0,7% del PBI. Este logro, celebrado tanto por el equipo económico como por el FMI, destaca la significativa contribución del impuesto PAIS.
Al asumir, Javier Milei amplió este tributo para abarcar todas las importaciones y aumentó algunas alícuotas. Simultáneamente, se empezaron a destrabar operaciones de comercio exterior previamente frenadas por la falta de dólares. Así, cada producto que ingresa al país paga el tipo de cambio con ese recargo.
La consultora LCG estimó que la recaudación por el impuesto PAIS ya representa el 2% del PBI, sugiriendo que la unificación cambiaria podría tardar más de lo previsto, a pesar de las declaraciones presidenciales sobre la inminente eliminación del cepo.
Gabriel Caamaño, economista y socio de Outlier, afirmó que el impuesto PAIS representa al menos un punto del PBI y que su impacto evidencia la falta de holgura fiscal del Gobierno. Según PPI, el impuesto PAIS fue el tercer mayor rubro de ingresos en abril, representando más del 22% de los ingresos totales. Los analistas de esta consultora enfatizan que el ajuste fiscal debe ser más estructural y menos dependiente de ingresos temporales como el impuesto PAIS, vigente solo para el período fiscal 2020-2024.
La receta: reforma fiscal y ajuste
Para cumplir con la promesa de eliminar el cepo, el Gobierno deberá encontrar fuentes alternativas de ingresos. La aprobación de la reforma fiscal, pendiente en el Senado tras pasar por Diputados, es crucial en este sentido. Un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) indica que la reforma de Ganancias podría tener un impacto del 0,3% del PBI si se implementa desde mayo. Además, la reforma del régimen simplificado tendría efectos positivos en la recaudación del Monotributo y los sistemas de seguridad social y obras sociales, aunque afectaría negativamente al Impuesto a las Ganancias.
Ingresos adicionales podrían surgir de la normativa fiscal, como el blanqueo de capitales y la moratoria por deudas impositivas, aunque estos son más difíciles de estimar y dependen de las condiciones económicas, como la presencia o ausencia de restricciones cambiarias.
Caamaño subraya que, además de eliminar el impuesto PAIS, es necesario reducir el gasto en subsidios económicos. Aunque el Congreso apruebe la reforma fiscal, el ajuste en los subsidios energéticos y al transporte debe continuar. Mencionó que aún quedan ajustes pendientes en las tarifas de los sectores de menores ingresos y que el gasto en subsidios aumentará si no se revisan estas tarifas y el boleto de colectivo.
Según Caamaño, sin un ajuste continuo, será difícil eliminar el impuesto PAIS. Propone aprobar el paquete fiscal y seguir con el ajuste para crear un colchón financiero que permita salir del cepo y eliminar el impuesto PAIS, reactivando así la economía y mejorando la recaudación fiscal.