Se manifestaron unidos contra las políticas que viene aplicando el gobierno de Javier Milei. Con la misma consigna: “El hambre es una forma de violencia”. Repudiando los despidos en el Estado y en el sector privado. Señalando en cada discurso los números de pobreza e indigencia que se incrementaron en los últimos meses y la falta de asistencia a los comedores populares.
La marcha a la que se convocó en el día de San Cayetano tuvo participación de los representantes de la Confederación General del Trabajo, de algunos sectores del peronismo bonaerense cercanos al gobernador bonaerense Axel Kicillof, de otras centrales sindicales como la CTA, de partidos partidos de izquierda y de movimientos sociales. No estuvo presente la agrupación La Cámpora en forma orgánica, aunque un par de dirigentes, como el ex ministro del Interior Eduardo “Wado” de Pedro, compartieron una parte de la peregrinación desde Liniers hasta el Cabildo.
La multitud que colmó más de la mitad de la Plaza de Mayo y con columnas que se extendieron por Diagonal Sur, Diagonal Norte y Avenida de Mayo apuntó con cánticos y pancartas contra el Presidente que asumió hace menos de 8 meses y pidieron “unidad, solidaridad, resistencia y esperanza”. La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, también se transformó en eje de las críticas.
Como ocurriera en tiempos de Mauricio Macri, la Plaza de Mayo, vallada a unos metros de la Rosada, sirvió como lugar convocante de protesta. El lema fue el de todos los 7 de agosto: “Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo”. La convocatoria había empezado en la tradicional parroquia ubicada sobre la calle Cuzco 150, cerca de la estación ferroviaria de Liniers, donde desde temprano hubo largas colas de peregrinos, que en algún momento de la mañana superaron las cuatro cuadras, y también se observó a dirigentes políticos -entre ellos el ministro de Obras Públicas de Buenos Aires, Gabriel Katopodis y el diputado nacional de Unión por la Patria, Eduardo Valdés- y a algunos militantes sindicales como los del gremio de Comercio.
Se movilizaron organizaciones sindicales y sociales (Christian Taylor)
En la esquina de Cuzco y la avenida Rivadavia, alrededor de las 8.30, hubo bendición de parte del arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva de herramientas de trabajo. La columna de la UTEP que partió luego desde allí tenía un tractor rojo al frente y detrás a numerosas personas portando las tradicionales espigas pidiendo pan con la estampa de San Cayetano y a otras que tenías carretillas, palas u ollas de los comedores populares. Los dirigentes Juan Grabois, Rodolfo Aguiar (ATE), Emilio Pérsico (Movimiento Evita) y Esteban “Gringo” Castro (UTEP) iban al frente. En el medio, hasta incluyeron una lancha con la leyenda “Pesca artesanal”.
“Es importante que estemos unidas las tres centrales sindicales, movimientos sociales y diversos organismos de derechos humanos y pequeños productores para decir que el hambre es un crimen”, expresó Hugo “Cachorro” Godoy, antes de su discurso, en un escenario al que no subieron a ningún sindicalista de la CGT, aunque les agradecieron el esfuerzo por la convocatoria al acto de cierre.
En su alocución fue de los más duros al atacar las políticas de la administración libertaria. “Estamos exigiendo terminar con esta situación de hambre y frenar esta política de saqueo que lleva adelante Milei. Ya no les alcanza con un estado que destruye todo lo que tiene que ver con las necesidades de los sectores populares y financiar a los servicios de inteligencia y a las fuerzas represivas. Estamos convencidos de que esta jornada es un símbolo claro de que la resistencia permitirá más temprano que tarde ponerle límite a tanto despotismo”.
“Es en base a la unidad, la solidaridad, a la reivindicación de lo colectivo y la vigencia plena de los Derechos Humanos que superaremos las oscuridades de este tiempo, para alumbrar una perspectiva de esperanza y recuperación del patrimonio nacional y de los derechos de nuestro pueblo”, agregó.
Por ese escenario solamente pasaron “Taty” Almeida, de Madres de Plaza de Mayo, línea fundadora; Godoy, Daniel Catalano (dirigente de la Asociación de Trabajadores del Estado, Capital), Adolfo Pérez Esquivel y Alejandro Gramajo, de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular, UTEP). Y en todos el punto en común fue el pedido de “unidad” del campo popular para enfrentar este momento que atraviesan los sectores más vulnerables.
Pablo Moyano
Mientras tanto, en la Plaza detrás y al costado del escenario se había dispuesto una feria de trabajadores de la economía popular en la que se podía conseguir desde perfumes hasta camisetas de fútbol, y desde libros hasta cadenitas u otras piezas de bijouterie. A quienes quisieran les convidaban gratis guisos de pollo y de lentejas.
Los dirigentes del peronismo bonaerense se concentraron en la esquina del Cabildo y eligieron el perfil bajo. Allí estaban varios de los ministros de Axel Kiciloff: Carlos Bianco (ministro de Gobierno), Andrés Larroque (Desarrollo de la Comunidad), Estela Díaz (Mujeres), Walter Correa (Trabajo) e intendentes como Mario Secco (Ensenada) y David Angueira (Punta Indio). Otro que optó por mantenerse en un segundo plano fue Eduardo Belliboni, del Polo Obrero, quien está procesado en una causa por malversación de los fondos que se le giraban a esa agrupación en los últimos años.
“Hay poco diálogo, y más allá de eso hay pocas respuestas. Por eso esta tarde tengo una reunión con el jefe de Gabinete de la Nación (Guillermo Francos), en donde repasaremos toda la agenda, le reclamaremos los recursos que son de la provincia, que continúe con las obras públicas en la provincia y después esperaremos la respuesta”, dijo Bianco, que esta tarde tendrá un encuentro en la Rosada con el principal interlocutor político de Milei.
Esta vez, el protocolo antipiquetes no se aplicó aunque varias cuadras a la redonda de la Plaza, el tránsito estuvo interrumpido. La vigilancia policial resultó numerosa aunque todo transcurrió sin incidentes. Se pidió una desconcentración en orden, -“a no caer en provocaciones, compañeros” se escuchó- y varias veces se reclamó por la liberación de los dos detenidos en la protesta contra la Ley Bases, el 12 de junio, Daniela Calarco Arredondo y Roberto De La Cruz Gómez.