¿Y ahora qué?: El peronismo obligado a salir del “modo espera” tras el masivo respaldo a Cristina

El peronismo mostró reacción y forjó un hecho político resonante en Plaza de Mayo pero solo pausó su interna. El “vamos a volver” de Cristina Kirchner, una melodía incómoda para el axelismo.

Buenos AiresREDACCIÓN 4LREDACCIÓN 4L
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La multitudinaria manifestación realizada este miércoles en Plaza de Mayo contra la condena a Cristina Kirchner cerró una de las pocas semanas en las que el peronismo pudo mostrarse movilizado y más compacto.

La convocatoria – los organizadores estimaban que rondó en medio millón de personas– mutó su propósito y locación inicial, una vez que la justicia garantizó la prisión domiciliaria de la expresidenta y la eximió de tener que presentase en los tribunales.

El  “vamos y volvemos con ella” de la consigna inicial – para resguardar que se cumplan las condiciones de detención solicitadas por la titular del PJ-  mutó en un acto político y devolvió a Javier Milei al centro del ring. Comodoro Py fue desplazado por Plaza de Mayo, más allá de la lluvia de críticas al “poder real”.

Aunque gran parte del peronismo salió a la calle a respaldar a Cristina Kirchner – con la notoria ausencia de la CGT que llamó a movilizar pero no tuvo su columna-,  las tensiones siguieron latentes.

La sinergia en torno a una actividad en conjunto solo sirvió para pausar por unos días la interna. Un cascarón endeble y resquebrajado por las tensiones internas latentes que aún no sanaron.

El acto fue el final de una secuencia para una Cristina Kirchner que quedó fuera de la carrera electoral  – está inhabilitada y no podrá ser candidata- pero en la que no se resigna a ser la estratega política de Unión por la Patria.

El “vamos a volver” de Cristina Kirchner, una melodía incómoda para el axelismo
Cristina Kirchner se las ingenió para mantener centralidad y hacer llegar a la militancia su mensaje pese a las restricciones de la justicia. Primero con un discursos grabado y luego con una comunicación telefónica con las que se dirigió a sus seguidores.

Allí insistió en que el “modelo de Milei tiene fecha de vencimiento” y arengó a la militancia. “Me encantó escucharlos cantar otra vez vamos a volver, no lo hacíamos desde hacía muchísimo tiempo. Me gusta, revela una voluntad donde los pibes puedan comer cuatro veces al día, que los laburantes puedan ahorrar y comprarse un autito o una casita, los jubilados que tenían remedios, no fue una utopía lo vivimos doce años” sostuvo en una de las frases más resonantes.

Fue un mensaje hacia varios destinatarios y una lectura inevitable se posó en torno a la interna del kirchnerismo con el MDF de Axel Kicillof.

El “Vamos a volver con más fuerza y sabiduría” posó el horizonte ideal como añoranza de un pasado que no necesita estar muy aggiornado y que se contrapone con las “nuevas canciones” que alguna vez quiso “zappear” el mandatario bonaerense y que lo empezaron a distanciar del kirchnerismo duro.

“¿Vamos a volver pero con quién?” es una de las primeras preguntas que afloran entre el peronismo con Cristina Kirchner inhabilitada de por vida. ¿Qué lugar ocuparán Sergio Massa, Máximo Kirchner, Juan Grabois y hasta Guillermo Moreno?  ¿Axel Kicillof reforzará que llegó el tiempo de nuevas canciones o aceptará ser parte de la reversión de un clásico en pos de la unidad?

Una parte de esas respuestas deberán resolverse pronto. A solo un mes para el cierre de listas en las elecciones bonaerenses y con un puñado de días más para la conformación de las nóminas nacionales, el peronismo está obligado a salir del “modo espera”.

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