Ver de cerca: un desafío cotidiano después de los 40

La presbicia, comúnmente conocida como la dificultad para ver de cerca, es una condición natural y progresiva que afectará prácticamente a toda la población adulta

Interés general24/10/2025 Dr. Matías Deprati
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A partir de los 40–45 años, la mayoría de las personas experimenta una pérdida gradual de la capacidad de enfocar objetos cercanos, producto del envejecimiento del ojo.
No se trata de una enfermedad, sino de un cambio fisiológico esperable que, sin embargo, puede impactar significativamente en la calidad de vida.
 

 

El cristalino, una estructura flexible situada detrás del iris, funciona como un lente natural que cambia de forma para enfocar objetos a distintas distancias gracias a la acción del músculo ciliar. Con el paso del tiempo, este cristalino se vuelve más rígido y las fibras de soporte (zónulas) pierden elasticidad, reduciendo la capacidad de acomodación.

 

Este proceso impide enfocar con nitidez objetos cercanos, especialmente con luz tenue o tras largos períodos de lectura. Los síntomas típicos incluyen:
• Dificultad para leer de cerca
• Necesidad de alejar el texto para enfocarlo mejor
• Fatiga visual o malestar frontal tras esfuerzo visual prolongado
• Visión borrosa, especialmente con poca luz
 

Este fenómeno se instala gradualmente entre los 40 y 65 años, afectando tanto a personas con visión previamente normal como a quienes ya utilizan alguna corrección óptica.

 

Más allá del aspecto biológico, la presbicia tiene también un impacto epidemiológico y social considerable. Se estima que más del 25% de la población mundial presenta presbicia clínicamente significativa. Esta cifra asciende al 50% en regiones con recursos bajos o moderados, donde muchas personas no acceden a correcciones adecuadas.

 Dr. Matías Deprati (MP 98.130), director médico de Laboratorio Elea

Según The Lancet Global Health, la presbicia no corregida reduce la productividad, afecta el rendimiento académico, limita la independencia funcional y tiene un impacto negativo en el bienestar emocional. En un mundo cada vez más digitalizado, donde gran parte de la vida transcurre frente a pantallas, las necesidades visuales para objetos cercanos son constantes y esta condición se manifiesta de forma más intensa.

Ver bien de cerca no es un lujo: es una necesidad cotidiana. Leer una receta, escribir un mensaje o revisar un detalle en el trabajo depende de esa capacidad visual. Cuando se ve afectada, todo el ritmo diario cambia. El problema es universal, aunque las soluciones no siempre están al alcance de todos.

 

Diagnóstico: cuándo y por qué consultar

Los especialistas recomiendan realizar un control oftalmológico completo a partir de los 40 años, incluso sin síntomas evidentes. Muchos cambios fisiológicos relacionados con la edad, e incluso enfermedades oculares, no generan molestias hasta estadios avanzados, por lo que la detección precoz es clave.

 

El examen de presbicia incluye:
• Evaluación de la agudeza visual de cerca y de lejos
• Prueba de refracción para detectar errores ópticos
• Evaluación de la acomodación
• Toma de presión intraocular
• Examen de fondo de ojo para descartar otras patologías
 

Además, es importante realizar controles periódicos, en general cada 1 a 3 años según la edad y factores de riesgo. El oftalmólogo sugerirá el intervalo conveniente en cada caso para mantener la salud visual integral.

 

Opciones terapéuticas: entre lo clásico y lo nuevo

 

Históricamente, la corrección de la presbicia se realizaba mediante:
• Anteojos (monofocales y progresivos)
• Lentes de contacto
• Cirugías (láser, lentes intraoculares)
 

Hasta ahora, no contábamos con otras alternativas aprobadas por agencias reguladoras de alta vigilancia sanitaria.

 

Nearlea®: innovación farmacológica para una necesidad diaria

 

Por primera vez, la presbicia cuenta en la Argentina con una opción farmacológica no invasiva y reversible: Nearlea®, un colirio oftálmico a base de pilocarpina 1,25%.
Su formulación optimizada permite una adecuada penetración ocular, maximizando el efecto terapéutico y mejorando el perfil de seguridad.
Desarrollado por Laboratorio Elea y aprobado por la ANMAT, representa un avance significativo en el abordaje de esta condición visual.
 

Su acción combina dos mecanismos complementarios:

Miosis (reducción del tamaño de la pupila), que genera un “efecto estenopeico” y mejora la profundidad de foco.
Contracción del músculo ciliar, que favorece la acomodación del cristalino.
 

El efecto comienza a los 15–30 minutos y dura hasta 8 horas, permitiendo a los pacientes recuperar nitidez en tareas cotidianas.
En estudios clínicos, la mayoría de los sujetos (hasta un 64%) experimentaron mejoras significativas en la visión cercana, incluso quienes se habían sometido previamente a cirugía refractiva.
 

Nearlea® presenta un perfil de seguridad favorable, con efectos adversos leves y transitorios en la mayoría de los casos. Aunque es un medicamento efectivo y seguro, siempre es importante una evaluación oftalmológica previa para descartar condiciones oculares preexistentes y definir la indicación adecuada.

 

Ciencia, accesibilidad y bienestar visual

La presbicia es una realidad biológica inevitable, pero su impacto no tiene por qué ser limitante. Con el avance de la ciencia y el desarrollo de nuevas herramientas terapéuticas, hoy es posible ofrecer soluciones seguras, efectivas y adaptadas al estilo de vida actual.

El acceso equitativo a la salud visual forma parte del derecho a una vida plena.  Consultar al oftalmólogo es el primer paso hacia un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado. Porque ver bien es mucho más que una cuestión óptica: es una manera de vivir mejor.

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