Durante la sesión del jueves, los senadores aprobaron rápidamente una resolución para aumentar sus dietas, evitando el debate y la votación formal. Esta decisión, tomada en los últimos momentos de la sesión, elevará sus dietas de $1,7 millones a más de $4 millones a partir de junio.
La medida evitó la participación de la Vicepresidenta Victoria Villarruel, quien preside el Senado. Anteriormente, un aumento similar ligado a una resolución conjunta con el contraparte de la Cámara Baja, Martín Menem, tuvo que ser revertido. Esta vez, los senadores actuaron de manera independiente, con el líder de la oposición, Ezequiel Atauche, afirmando que el partido oficialista no respaldó la decisión.
La iniciativa para aumentar las dietas se gestó durante la reunión del Comité de Labor Parlamentaria del día anterior, donde se plantearon preocupaciones sobre declaraciones y acciones del Gobierno. "Queremos ganar lo mismo que -el vocero presidencial, Manuel- Adorni. A él también le subieron hace poco", señaló un experimentado senador de la oposición.
La resolución propuesta, conocida por todos los partidos, establece que las dietas estarán compuestas por 2.500 módulos -aproximadamente $1.700 actualmente-, más un adicional de 1.000 módulos por gastos de representación y 500 módulos por desarraigo. Además, se añadirá una dieta extra para cubrir el bono de fin de año.
Durante la sesión, el Senador Juan Carlos Romero de la facción peronista disidente solicitó la incorporación de la resolución 615/24 -aún no publicada en el sitio web del Senado- y pidió su tratamiento inmediato. Esto requería una mayoría de dos tercios. Aunque algunos senadores se abstuvieron de votar, fue aprobada.
La resolución se aprobó sin debate mediante un simple levantamiento de manos. Es importante señalar que el partido oficialista, así como algunos miembros de los partidos Pro y Radical, no respaldaron la medida, según informes.
En marzo, Menem y Villarruel habían revocado un aumento similar otorgado a fines de febrero, citando un incremento del 16% desde el 1 de enero de 2024 y un 12% adicional desde el 1 de febrero, con un aumento acumulado del 29,92% desde diciembre. Esta decisión anuló resoluciones previas que vinculaban las dietas a acuerdos salariales del personal del Congreso.
Aunque inicialmente ligadas a las negociaciones salariales del personal legislativo, estas dietas se desvincularon en 2021 en medio del descontento público por el gasto político. Una resolución posterior estipuló que cualquier aumento de dieta debía ser aprobado por ambas cámaras del Congreso. Sin embargo, este último movimiento indica un retorno a vincular las dietas con los acuerdos salariales del personal.
Estos eventos resaltan los debates en curso sobre las dietas legislativas y su alineación con contextos económicos más amplios y el sentimiento público respecto al gasto político.
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