Un tratamiento innovador promete detener la progresión de la pérdida de visión en algunos pacientes

La degeneración macular asociada a la edad y el edema macular diabético son las principales causas de ceguera en todo el mundo.

Interés general Dr. Gastón Gómez Caride - (MN 112.991)
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Estamos ante un importante paso adelante para la oftalmología, sobre todo para el abordaje de dos de las principales causas de pérdida de visión en el mundo:

La degeneración macular asociada a la edad (DMAE), primera causa de ceguera en mayores de 55 años.
El edema macular diabético (EMD), la complicación ocular más grave en pacientes con diabetes.
La degeneración macular relacionada con la edad es una enfermedad ocular que puede nublar la visión central. La mayor longevidad, la carga genética, la exposición solar y el cigarrillo, son los principales factores de riesgo para su desarrollo. El paciente suele expresar la aparición de metamorfopsias (visión distorsionada de las cosas; o la aparición de una mancha negra en la visión central) .

El edema macular diabético es una complicación de la diabetes que se produce a nivel del sistema visual y puede provocar pérdida de agudeza visual. Básicamente consiste en la inflamación y acumulación de líquido en la mácula, que es la parte central de la retina responsable de la visión central y de los detalles.

Las enfermedades que causan más pérdida de visión después de los 50
Para tratar estas enfermedades, los pacientes asisten a revisiones continuas con el oftalmólogo. El tratamiento consiste en aplicaciones intraoculares de unas moléculas llamadas anticuerpos monoclonales. En la actualidad, disponemos de un gran arsenal de medicamentos para el tratamiento de estas enfermedades que retrotraen el proceso en algunos casos y evita la progresión. Estas patologías no se curan. La cronicidad de estas enfermedades lleva a que muchas veces los pacientes sean infratratados por infinidad de causas.

    
La aprobación de nuevos fármacos marca el inicio de una nueva era para los especialistas en retina y sus pacientes. El objetivo de los fármacos antiangiogénicos inyectables es detener la progresión de la enfermedad y, en muchos casos, mejorar la visión en pacientes con enfermedades crónicas que conllevan una pérdida severa de visión.

Nuevos tratamientos, mejores resultados
La Argentina participó de las etapas de ensayos clínicos de la molécula Faricimab. Tengamos en cuenta que generalmente, los pacientes con estas patologías suelen precisar inyecciones en el ojo cada uno o dos meses, mientras que el 80% de los pacientes tratados con las nuevas moléculas (Faricimab) disminuyó mucho la frecuencia de las aplicaciones. Esta es una mejora significativa para la calidad de vida de las personas afectadas.

Con esta medicación tenemos ahora la oportunidad de ofrecer a los pacientes una opción que podría mejorar su visión y reducir potencialmente la carga del tratamiento con menos inyecciones a lo largo del tiempo.

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