Hace dos semanas, la mesa chica de Javier Milei le hizo llegar a Mauricio Macri una propuesta concreta. A través de interlocutores calificados, la Casa Rosada le transmitió al expresidente que el Gobierno tenía serias intenciones de avanzar con Pro en la conformación de un interbloque en Diputados, una figura que permitiría sumar un nivel de formalidad en la relación. En ese momento, el exjefe de Estado no respondió que sí, pero tampoco cerró del todo la puerta. El macrismo no está dispuesto a aportar cuadros y experiencia si los libertarios no demuestran con hechos que valoran ese capital político.
El sondeo quedó en veremos. Pasaron los días y se fue acercando el Pacto de Mayo. El área de ceremonial de la Secretaría General de la Presidencia, que conduce Karina Milei, distribuyó las invitaciones a gobernadores, diputados, senadores, expresidentes, gremialistas y empresarios cuatro días antes de la cita en Tucumán y Macri recibió el flyer vía mail cuando promediaba un gira por Europa. Lejos del país, el expresidente no confirmó enseguida su presencia. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, le mandó un mensaje al expresidente para persuadirlo de que su presencia en la capital tucumana era muy importante para el Gobierno. Finalmente, el líder de Pro comunicó que interrumpiría su periplo europeo para hacer un viaje relámpago a la Argentina y participar del evento.
Sin embargo, a esta altura, está claro que no todos los laderos de Milei -y el presidente mismo- están parados en el mismo lugar respecto a la relación con el macrismo. La parte más relevante de la mesa chica presidencial, integrada por Karina Milei y el estratega Santiago Caputo, pretende hacer un nuevo diseño del mapa político que coloque a Milei como líder de la centroderecha y constantemente minimiza a la figura Macri.
Frente a ese panorama, no resultó casual que Macri eligiera como presidente de la asamblea partidaria de Pro al diputado Martín Yeza para dar la puja interna en su partido contra el sector de Patricia Bullrich. Yeza no solo es un referente joven y leal al expresidente. Además conoce desde hace 15 años a Santiago Caputo y siempre tuvo buena relación con él. Es decir que le permitiría al presidente de Pro tener otro tipo de llegada al mileísmo.
El Presidente, por su parte, siempre intentó mantener saludable su relación personal con expresidente. Sin inmiscuirse en la interna de Pro, se cuidó de mantener un canal de diálogo con su antecesor. Y constantemente le transmitió a su espacio que cree necesario confluir electoralmente en una alianza para 2025. A él parece haberse sumado Guillermo Francos, que en las últimas horas dijo a FM Milenium: “Macri vino especialmente, fue un gesto de un valor político e institucional enorme. El evento era con los gobernadores, no sé si se sintió molesto con el tema. Milei le dio un abrazo significativo. Es iluso pensar que nosotros podemos estar distanciados porque compartimos un mismo electorado, estamos destinados a trabajar en conjunto”.
El discurso del presidente Javier Milei en la Casa de Tucumán.Fernando Font
Luego del episodio de Tucumán, no obstante, todo se volvió mucho más frío entre ambas terminales. Entre algunos diputados y funcionarios había circulado la idea de hacer esta semana una reunión con diputados de La Libertad Avanza y de Pro en la Casa Rosada para trazar en conjunto la agenda parlamentaria del segundo semestre. Pero a algunos de ellos esta mañana les informaron que finalmente ese cónclave quedaba aplazado.
Un importante funcionario de la Casa Rosada confirmó a LA NACION que el Gobierno tiene interés en conformar un interbloque con el Pro: “Sería muy bueno porque en la práctica ya estamos trabajando juntos”, consideró. Más esquivo fue a la hora de contemplar la posibilidad de una alianza electoral. “Habrá que ver cómo llegan ellos y cómo llegamos nosotros al 2025. Y qué necesidades tiene cada uno. También hay que ver cuánto vale cada marca”, acotó sobre la potencia electoral de los “violetas” y los “amarillos”.
En Balcarce 50 tienen muy en claro cuántas bancas pone en juego Pro y se ilusionan con la posibilidad de que La Libertad Avanza salga de su situación de debilidad legislativa. Por eso todavía dejan todos los escenarios abiertos. No saben si les conviene confluir con sus aliados o, por el contrario, competir contra ellos.