Después de su participación en la multitudinaria marcha federal universitaria contra el ajuste educativo del gobierno de Javier Milei, la Confederación General del Trabajo (CGT) ratificó la convocatoria al paro general del jueves 9 de mayo.
Este será el segundo paro general bajo la gestión del presidente ultraderechista, habiendo realizado el primero el 24 de enero en protesta contra el ajuste implementado.
La medida de fuerza, que también busca expresar el rechazo al capítulo de reforma laboral incluido en la Ley de Bases, se extenderá por 24 horas. "El día 9 de mayo vamos a realizar una jornada de huelga por 24 horas, debido a los temas que continúan siendo objeto de ajuste", confirmó Héctor Daer, cotitular de la CGT y secretario general de la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad, en una conferencia de prensa semanas atrás.
Sin embargo, esta no será la única medida prevista. Antes del paro general, la CGT llevará a cabo una movilización el miércoles 1 de mayo, Día del Trabajador, hacia el Monumento al Trabajo, ubicado en Paseo Colón e Independencia, donde se realizará un acto.
Según lo indicado por Daer, durante el acto por el Día del Trabajador "se conmemorará esta fecha histórica y se discutirá un documento sobre el país, en el que se abordarán cuestiones que se han visto afectadas en este último tiempo".
Respuesta de la CGT al discurso de Milei en cadena nacional
Este martes por la mañana, antes de unirse a la marcha a Plaza de Mayo en defensa de la Educación Pública y contra el ajuste presupuestario en las universidades públicas, la CGT emitió un comunicado en el que respondió punto por punto a las afirmaciones realizadas en cadena nacional por el presidente Javier Milei, referidas a un supuesto repunte de la economía.
En su texto, la central obrera expresó su "descreencia" en que la política económica actual sea "sustentable en el tiempo" y la cuestionó por estar basada en "un tejido social agobiado por la pobreza".
Lo más preocupante del plan económico, según la declaración, es que se lleva a cabo "a expensas de un fuerte ajuste social sin tener como prioridades la inversión productiva y la generación de empleo", advirtió la cúpula de la organización dirigida por Héctor Daer, Pablo Moyano y Carlos Acuña.
El cuestionamiento central del comunicado titulado "Lo que le falta contar al gobierno nacional" se dirigió hacia la celebración del “superávit fiscal” mencionado por el mandatario, desacreditándolo y describiendo los costos sociales, políticos y económicos de ese supuesto logro.
La CGT criticó la licuación de los salarios y jubilaciones, las deudas con las provincias, el desfinanciamiento de la educación, la interrupción de la obra pública, la recesión y la postergación de pagos de importaciones.
Entre otros puntos, precisó que la caída del gasto público y el 70 por ciento de la caída del gasto primario, de la que Milei se enorgulleció, tuvo como consecuencia la reducción en jubilaciones y pensiones, un recorte del 15 por ciento en subsidios energéticos y otro 15 por el freno de la obra pública.
La CGT demandó "la implementación de un verdadero programa económico que, a través de un diálogo social abierto (al que no se convoca), incorpore perspectivas de crecimiento e inversión productiva" que "hasta el momento no se han formulado".
También solicitó "un modelo inclusivo de Desarrollo, Producción y Trabajo que comience a reparar un tejido social agobiado por la pobreza de vastos sectores de nuestra comunidad", y que favorezca el "aumento del mercado laboral", valore a las pymes y regule la especulación financiera.